Recuperación Postoperatoria Tras una Inyección de Grasa: Qué Esperar y Qué Cuidar
Recuperación Postoperatoria Tras una Inyección de Grasa: Qué Esperar y Qué Cuidar
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- 5 July 2025
¿Por qué es tan importante la recuperación?
El injerto de grasa es una transferencia de células vivas. Estas células necesitan oxígeno y nutrientes para sobrevivir en su nuevo entorno. En los primeros días, las células injertadas aún no están vascularizadas y, por tanto, muy vulnerables. Presión mecánica, inflamación, tabaquismo o infecciones pueden impedir su integración, provocando su reabsorción o necrosis. Por eso, el éxito de una lipotransferencia no depende solo de la cirugía, sino también de los cuidados posteriores y del comportamiento del paciente en el proceso de cicatrización.
Primeras 72 horas: fase crítica inicial
Durante los primeros tres días, el cuerpo reacciona al trauma quirúrgico con inflamación localizada, moretones, hinchazón y molestias leves. Estas reacciones son normales. Es fundamental evitar cualquier presión sobre las zonas tratadas. En injertos en glúteos (BBL), no se debe sentar directamente; se recomiendan cojines especiales. En tratamientos faciales, es aconsejable dormir con la cabeza elevada. El frío localizado puede aliviar la hinchazón, pero debe aplicarse con precaución para no afectar la circulación en la zona injertada.
Primera semana: estabilización inicial del tejido
Al final de la primera semana, los hematomas empiezan a desaparecer y la hinchazón disminuye. Las zonas de liposucción suelen seguir algo sensibles. El uso de fajas de compresión en las áreas donantes ayuda a mejorar la forma corporal y a reducir la inflamación. En las zonas injertadas, en cambio, debe evitarse cualquier presión. Una dieta rica en proteínas, vitaminas y antioxidantes favorece la regeneración celular y la integración del tejido. En esta etapa, es clave evitar fumar y beber alcohol, ya que afectan negativamente la oxigenación y vascularización de las células.
Semanas 2 a 3: fase de integración
Entre la segunda y la tercera semana, una parte de la grasa injertada comienza a reabsorberse. Este fenómeno es fisiológico y esperado: en promedio, el cuerpo reabsorbe entre el 30 % y el 50 % del volumen transferido. El resto de las células grasas logra conectarse con los capilares y se mantiene de forma permanente. Durante este periodo, pueden notarse asimetrías leves o pequeñas irregularidades, que tienden a desaparecer a medida que el tejido se adapta. Se puede caminar, pero se deben seguir evitando actividades de alto impacto.
Meses 1 a 3: consolidación de resultados
A partir de la cuarta semana, los tejidos injertados empiezan a ganar estabilidad. La mayoría de la inflamación ha desaparecido, y los contornos corporales se vuelven más definidos. En el rostro, el volumen añadido se nota más equilibrado; en los glúteos y senos, la forma es más redonda y firme. Durante esta etapa es vital mantener un peso corporal estable. Cambios bruscos de peso pueden afectar negativamente los resultados estéticos del injerto.
Cuidados clave durante la recuperación
- Evitar fumar y consumir alcohol al menos durante 4 semanas.
- No aplicar presión o masaje en las zonas injertadas salvo indicación médica.
- Usar fajas postoperatorias solo en las áreas lipoaspiradas.
- Evitar ropa ajustada que pueda comprimir el injerto.
- Beber mínimo 2–2,5 litros de agua al día.
- Asistir a todos los controles médicos pautados.
- Evitar el sol directo, la sauna y el ejercicio intenso durante al menos 4–6 semanas.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Durante los primeros 10 días, no se debe sentar directamente sobre los glúteos. Se deben usar cojines especiales.
Sí. Es normal perder entre el 30 y el 40 % de la grasa injertada. El resto es permanente.
Ejercicio suave como caminar se puede retomar después de la primera semana. Ejercicio intenso, después de 4–6 semanas.
Puede ser necesaria si se desea más volumen o si la retención fue baja. Se recomienda esperar 6–12 meses.
Los resultados se estabilizan entre las semanas 8 y 12, y se consolidan por completo en 6 meses.